SEMANA SANTA 2020
SIGAMOS SIENDO COMUNIDAD PARROQUIAL DESDE NUESTRAS CASAS
Querida comunidad de San Antonio de Padua:
Vivimos tiempos difíciles no vividos nunca antes, tiempos de incertidumbre y que solo los mas ancianos podrán comparar con los vividos en tiempo de posguerra o aquellos que hayan vivido en países donde las hambrunas, enfermedades, pobreza extrema asolan pueblos enteros. Lo cierto es que en ambas realidades salimos "ganando" en la comparación, porque tenemos la “suerte” de haber nacido en el hemisferio del globo mas privilegiado, con todo el dolor provocado por quellos que el virus nos arrebató antes de tiempo, incluso con todas las carencias, egoísmos de las personas, errores de los que toman las decisiones importantes en nuestro pais, faltas de previsión, etc, tenemos medios para luchar y protegernos.
Vivimos tiempos difíciles no vividos nunca antes, tiempos de incertidumbre y que solo los mas ancianos podrán comparar con los vividos en tiempo de posguerra o aquellos que hayan vivido en países donde las hambrunas, enfermedades, pobreza extrema asolan pueblos enteros. Lo cierto es que en ambas realidades salimos "ganando" en la comparación, porque tenemos la “suerte” de haber nacido en el hemisferio del globo mas privilegiado, con todo el dolor provocado por quellos que el virus nos arrebató antes de tiempo, incluso con todas las carencias, egoísmos de las personas, errores de los que toman las decisiones importantes en nuestro pais, faltas de previsión, etc, tenemos medios para luchar y protegernos.
No olvidemos pues a nuestros hermanos de los paises más desfavorecidos, donde antes de que vivieramos esta pandemia global ya había mucho sufirimiento y necesidad.
Por eso en esta Semana Santa especialmente, en la que tenemos tanto tiempo para pensar, no podemos quedarnos mirándonos el ombligo o dejar que la desesperanza nos inunde. Somos cristianos, cristianos que además celebramos la semana más importante del año, donde Dios se nos revela amor incondicional, misericordia gratuita, perdón perpetuo en la figura de su hijo Jesucristo, ¡Que regalo mas impresionante!
Mirad la Cruz, ved la mirada del Hijo de Dios vivo, como nos mira, como en el momento de un dolor incalculable tiene fuerza para pedirle al Padre que nos perdone. Pero ese DON, inmerecido por nuestros actos, no acaba aquí, además nos mostrará el camino que nos tiene reservados resucitando al tercer día, como celebraremos en la Solemne Vigilia Pascual del sábado por la noche.
Pero ¿y mientras que? nos preguntamos a veces, ¿cual es la respuesta de Dios a nuestro sufrimiento? ahora que nos podemos sentir desbordados por lo que vemos y oimos en las televisiones y medios de comunicación; pero la respuesta los cristianos la conocemos bien, vendrá en Pentecostés, la venida del Espíritu Santo, el otro gran regalo del Padre que no nos ha dejado solos, el Espíritu Santo viene a capacitarnos para nuestra tarea como discípulos misioneros, para hacernos conscientes de que nuestra identidad de hijos de Dios pasa por hacer que la gracia recibida no nos la quedemos para nosotros mismos, si no sepamos trasmitirla a los demás, con alegría, con misericordia, con paz.
Seamos discípulos misioneros también desde casa, seamos solidarios, atentos a las necesidades de quienes son mas vulnerables, con la certeza de que es al mismo Cristo sufriente al que ayudamos.
Acordémonos también en nuestras oraciones de nuestros sacerdotes, don José Luis, don Paco y don Vasyl, para que el Señor los cuide y los aliente en el dificil cumplimiento de su ministerio ahora que su grey está dispersa.
Por eso en esta Semana Santa especialmente, en la que tenemos tanto tiempo para pensar, no podemos quedarnos mirándonos el ombligo o dejar que la desesperanza nos inunde. Somos cristianos, cristianos que además celebramos la semana más importante del año, donde Dios se nos revela amor incondicional, misericordia gratuita, perdón perpetuo en la figura de su hijo Jesucristo, ¡Que regalo mas impresionante!
Mirad la Cruz, ved la mirada del Hijo de Dios vivo, como nos mira, como en el momento de un dolor incalculable tiene fuerza para pedirle al Padre que nos perdone. Pero ese DON, inmerecido por nuestros actos, no acaba aquí, además nos mostrará el camino que nos tiene reservados resucitando al tercer día, como celebraremos en la Solemne Vigilia Pascual del sábado por la noche.
Pero ¿y mientras que? nos preguntamos a veces, ¿cual es la respuesta de Dios a nuestro sufrimiento? ahora que nos podemos sentir desbordados por lo que vemos y oimos en las televisiones y medios de comunicación; pero la respuesta los cristianos la conocemos bien, vendrá en Pentecostés, la venida del Espíritu Santo, el otro gran regalo del Padre que no nos ha dejado solos, el Espíritu Santo viene a capacitarnos para nuestra tarea como discípulos misioneros, para hacernos conscientes de que nuestra identidad de hijos de Dios pasa por hacer que la gracia recibida no nos la quedemos para nosotros mismos, si no sepamos trasmitirla a los demás, con alegría, con misericordia, con paz.
Seamos discípulos misioneros también desde casa, seamos solidarios, atentos a las necesidades de quienes son mas vulnerables, con la certeza de que es al mismo Cristo sufriente al que ayudamos.
Acordémonos también en nuestras oraciones de nuestros sacerdotes, don José Luis, don Paco y don Vasyl, para que el Señor los cuide y los aliente en el dificil cumplimiento de su ministerio ahora que su grey está dispersa.
Para finalizar, os copiamos la última carta integra que nuestro querido
párroco don José Luis Barrera dirigió a todos los fieles ayer JUEVES
SANTO (a los que están suscritos a la lista de correo parroquial).
Unidos en la Oración
Equipo de Comunicación
Parroquia San Antonio de Padua
Valencia 9 de abril de 2020
Queridos feligreses y hermanos:
Otra vez me pongo en contacto con vosotros pidiendo al Señor que todos os encontréis bien en estos días tan difíciles y a la vez para nosotros, tan sagrados como son el Jueves Santo el Viernes Santo y el Domingo de Pascua. Tenéis que cuidaros físicamente todo lo más posible y también psicológica y espiritualmente, pues el Señor nos da fortaleza y coraje para no rendirnos en esta prueba.
Hoy es Jueves Santo el día en que Jesús se entrega nosotros a través del servicio (lavando los pies a sus discípulos) que nosotros también hemos de realizar en nuestra vida cristiana con los demás. Estos días ya lo hacemos con nuestra preocupación, ayuda a todos los más mayores que están confinados, solos, retirados.. ¡Hoy pues es el día grande del Jueves Santo: día de servicio, de entrega que nuestra vida sea así! ¡Cualquier ser humano es mi hermano y los vicarios de Cristo son los pobres!
Y mañana, Viernes Santo, día en que el amor enorme de Dios hacia nosotros los hombres se manifiesta en la Muerte de su Hijo querido, Nuestro Señor Jesucristo. Os invito a que viváis este día santo siguiendo, además de las ceremonias propias por la televisión y especialmente las del Papa. También en vuestra casa en primer lugar podéis hacer el Viacrucis con el texto que en archivo adjunto os envío: es breve y sencillo y vosotros podéis con vuestra pausas y silencios meditativos, hacerlo incluso más largo.
Y luego en otro momento proclamar con vuestra lectura en el libro de los evangelios la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, leyéndola pausadamente para que llegue a vuestro corazón. Podríais este acto en vuestras casas delante de un crucifijo o con una cruz dibujada (que los niños, si los hay en casa podrían pintar) y con una lamparilla o vela encendida al lado ,signo de nuestra oración y presencia ante el Señor.
Os envío una fotografía con las puertas de nuestra Parroquia con las palmas del domingo de Ramos adornándola para recordaros que estamos todos en vela y nuestra parroquia también.
Un abrazo cordial y virtual y recibid la la bendición del Señor.
Vuestro párroco, José Luis.
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