domingo, 10 de enero de 2016

Ecos del Encuentro de Taizé

Ecos del Encuentro de Taizé

El pasado jueves 31 de diciembre, al acabar la vigilia de oración por la paz, celebramos en el salón parroquial la “fiesta de los pueblos”. Allí nos reunimos los jóvenes peregrinos del encuentro, voluntarios, familias de acogida y la comunidad de San Antonio de Padua.

Foto Original Dominik Kustra - Fiesta de los pueblos - 31 de diciembre de 2015 - San Antonio de Padua, Valencia

Pusimos en común aquello que nos distingue, como un baile típico o una canción de nuestras naciones de origen y compartimos aquello que nos une, la esperanza de crear un mundo mejor, celebrando juntos la entrada en el nuevo año sabedores de que “quien a Dios tiene nada le falta” como cantamos cuando entonamos el “Nada te turbe”.

Y ahora que hemos vuelto a nuestra “rutina” no queríamos dejar pasar la oportunidad de testimoniar el bien que nos ha hecho a todos, entrar en comunión con este grupo de chicos y chicas venidos de Francia,  Polonia, Ucrania, Alemania y resto de España entre otro países, “esa comunión que nos saca del aislamiento”, esta posibilidad sin salir de nuestro barrio de cambiar por unos días nuestra realidad de Iglesia particular, incluso diocesana, por la de Iglesia Universal.

¡Gracias a todos, peregrinos de confianza a través de la tierra!

Para finalizar, os proponemos para este año 2016, hacer propias las palabras y el empeño del hermano Roger:

“...Buscar la reconciliación y la paz supone una lucha al interior de sí mismo. Esto no es un camino de facilidad. Nada que dure se construye en la facilidad. El espíritu de comunión no es ingenuo, es ensanchamiento del corazón, profunda bondad, no escucha las sospechas.

Para ser portadores de comunión, ¿avanzaremos, en cada una de nuestras vidas, por el camino de la confianza y la bondad de corazón siempre renovada?

Por este camino habrá a menudo fracasos. Acordémonos que la fuente de la paz y la comunión están en Dios. En vez de desanimarnos, invocaremos al Espíritu Santo sobre nuestras fragilidades.

Y, a lo largo de toda la existencia, el Espíritu Santo nos concederá reemprender la ruta e ir, de comienzo en comienzo, hacia un porvenir de paz.” 

2006: Fragmento, carta inacabada del hermano Roger, fundador de Taizé