domingo, 11 de diciembre de 2011

Cine Forum Diciembre

 Una Parroquia de Cine : CINE-FORUM

En diciembre cambiamos el día y la hora habitual del Cine Forum, por lo que la última película del primer ciclo "Una parroquia de cine" se proyectará el próximo domingo 18 de Diciembre a las 17h. de esta forma podremos disfrutar en familia de "Natividad, la historia" un largometraje que nos acerca mucho más al papel de la Sagrada Familia en la salvación del mundo con un guión cuidado, cercano en todo lo posible a los Evangelios y con una ambientación histórica muy documentada.

martes, 22 de noviembre de 2011

Cine Forum Noviembre

Una Parroquia de Cine : CINE-FORUM


El próximo viernes 25 de Noviembre a las 22:00h estamos invitados en los salones parroquiales al visionado de "HabanaStation"  segunda película  del primer ciclo  "Una Parroquia de Cine" con la posterior charla-coloquio donde podremos participar en un debate sobre este más que interesante largometraje cubano donde podremos descubrir dos Cubas, dos realidades sociales que conviven, desde la óptica de dos niños, compañeros de colegio.


Conferencia - El templo como obra de Arte

Conferencia: El templo como obra de Arte

El 2 de diciembre, viernes, a las 20:30h en los salones parroquiales, la arquitecta Maria Luisa Calvo del Valle nos hablará de nuestro templo como obra de Arte, de su originalidad en las apuestas de sus arquitectos y sus escultores, de las hermosas composiciones abstractas, la vidriera del presbiterio, el mosaico de cerámica de la capilla, el altar de piedra y de las diferentes adquisiciones que se han realizado con posterioridad.

Una buena oportunidad de descubrir una faceta más de nuestro templo.


martes, 25 de octubre de 2011

Cine Forum


Una Parroquia de Cine : CINE-FORUM


El próximo viernes 28 de Octubre a las 22:00h estamos invitados en los salones parroquiales al visionado de "Llanto por la Tierra Amada"  dentro del primer ciclo de "Una Parroquia de Cine" con la posterior charla-coloquio donde podremos participar en un debate sobre este drama que nos habla de la intolerancia, del rencor y del odio pero también del poder del perdón, de la redención y de un Dios reconciliador.


domingo, 16 de octubre de 2011

AVISO: Funeral de Don Alberto Biosca Revert

Mañana lunes 17 de octubre a las 20h tendrá lugar la misa funeral en sufragio de nuestro querido Rvdo. Don Alberto Biosca Revert.

Foto de Don Alberto agasajado por su comunidad parroquial de San Antonio de Padua con motivo de sus 40 años sacerdotales, el 13 de Mayo de 2007.

MISA DE LAS FAMILIAS

Hoy domingo 16 de Octubre, comenzamos a dar forma a la  idea que surgió en la última asamblea parroquial de una misa dominical en la que la familia tenga el protagonismo.

Como dijo el filosofo chino Lao-tsé, "un camino de mil pasos comienza con un solo paso", y este ha sido el nuestro, recuperar para nuestra comunidad una celebración de las familias en torno al sacramento de la Eucaristía, dirigida por Don Blas, con la colaboración de nuestro seminarista Duviel, animada por la guitarra de Ramon Marchuet, con la activa participación de niños y padres en las lecturas, los cantos y las ofrendas.


 Queremos  animaros a que cada domingo a las 12h nos reunamos  las familias con hijos o sin ellos, si bién estarán más presentes los pequeños, por lo que os pedimos lo comuniquéis a amigos, conocidos o familiares que creáis puedan estar interesados.

Para finalizar, agradeceros de corazón a todos los que habéis participado.
 
No lo olvideis, los Domingos a las 12h, MISA DE LAS FAMILIAS.


¡OS ESPERAMOS!



lunes, 10 de octubre de 2011

Curso de Biblia en la Parroquia





Como publicamos en nuestro Boletín San Antonio en Acción , tenemos la oportunidad de profundizar en el estudio de las Sagradas Escrituras en un curso impartido por Don Vicente Collado, catedrático emérito de Sagrada Escritura de la Facultad de Teología.

Consistirá en seis sesiones que se realizarán durante seis miércoles de 20:30 a 21:30 repartidos de la siguiente forma:

En Octubre:
  • Miércoles 19
  • Miércoles 26
En Noviembre:
  • Miércoles  9
  • Miércoles 16
  • Miércoles 23
  • Miércoles 30
Os rogamos paséis por la sacristía de la Parroquia donde podréis matricularos hasta el 15 de Octubre.

domingo, 9 de octubre de 2011

AVISO NUEVA PAGINA FIJA

Hemos añadido al Blog una nueva página fija titulada "ACTIVIDADES ORDINARIAS" donde podemos consultar el horario de los grupos y las actividades que realizan en nuestra Parroquia.

Se encuentra bajo la cabecera del BLOG, junto con las otras páginas fijas como "DONDE ESTAMOS" u "HORARIO DE MISAS".

Para los que no estén familiarizados con los blogs, estas páginas fijas suelen contener información que permanece sin cambios durante largos periodos de tiempo, como lo son los horario de Misas, y que independientemente de en que momento visitamos el blog permanecen a modo de enlaces siempre accesibles.

Por descontado, cualquier cambio en ellas se avisará en la página principal, que es donde van apareciendo los artículos, avisos, sermones o informaciones útiles de forma secuencial.





domingo, 2 de octubre de 2011

NUEVO BOLETÍN PARROQUIAL

Logotipo del Nuevo Boletín mensual de la Parroquia San Antonio de Pádua - Valencia
Año XIV - Época tercera-
Octubre 2011 - Nº1


Desde el pasado viernes 30 de septiembre hasta hoy domingo 2 de octubre se habrán repartido 150 ejemplares del nuevo boletín parroquial que lleva el nombre de "Boletín San Antonio en Acción" y que mensualmente nos informará, aunque no sea este su único cometido,  de las actividades, charlas y cursillos que tendrán lugar durante el mes entrante.

Por descontado la información de las actividades seguirán apareciendo en los paneles informativos de la Parroquia así como en este blog o en el servicio de información electrónica al que muchos ya estáis suscritos, de modo que podamos programar nuestras actividades con tiempo suficiente para poder participar activamente de una comunidad que nos necesita y que necesitamos.

Gracias a todos por vuestra comprensión y por vuestro compromiso.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Fiesta de los Santos Miguel, Gabriel y Rafael

San Antonio de Padua en estado de misión
29 de septiembre
Fiesta de los Santos Miguel, Gabriel y Rafael,
Arcángeles 

La Sagrada Escritura y la ininterrumpida Tradición de la Iglesia hacen ver dos aspectos significativos de la identidad del Ángel. Ante todo, es una criatura que “está delante de Dios”, orientada con todo su ser hacia Dios. Es sintomático que los nombres de los tres Arcángeles terminen con la palabra ‘El’: Dios está inscrito en sus nombres, en su misma identidad. Su naturaleza es la existencia en Él y para Él.



Esto nos lleva a otra dimensión de los Ángeles: son mensajeros de Dios, llevan Dios a los hombres, abren el Cielo y, de este modo, abren la tierra a la Verdad, como lo atestigua el Evangelio de hoy. Precisamente porque están delante de Dios, pueden estar también muy cerca de los hombres. Los Ángeles nos invitan a descubrir que, como ellos, nosotros recibimos continuamente nuestro ser de Dios y somos llamados a estar delante de Él: esta es nuestra común identidad y verdad. ¡Dios está inscrito en el nombre de ellos y en nuestro nombre! Mirando de cerca a los tres Arcángeles, se hace aún más luminosa su fisonomía y más preciosa su misión.


Del Arcángel San Miguel, la Escritura presenta dos tareas, dos misiones. Miguel defiende la causa de la unicidad de Dios contra la presunción del dragón, el diabólico tentativo, en cada época de la historia, de hacer creer a los hombres que Dios debe desaparecer para que ellos puedan llegar a ser grandes.


Pero el dragón no acusa sólo a Dios; acusa también al hombre. Satanás es “el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de Dios día y noche” (Ap 12,10). Alejarse de Dios no hace grande al hombre, sino que, por el contrario, lo priva de su dignidad y lo hace insignificante. La fe en Dios, en cambio, defiende al hombre y lo hace libre, desvelándole, en Dios, su grandeza.


La otra gran misión de Miguel es ser protector del Pueblo de Dios (cfr Dn 10,13.21;12,1). Donde resplandece la gloria de Dios en la Santa Iglesia, allí se desencadena fuertemente la envidia del demonio. La cristiandad medieval comprendió bien esta específica misión de protección y dedicó al arcángel San Miguel espléndidas y atrevidas iglesias: basta pensar en el tríptico de abadías: S. Michele sul Gargano, la Sacra de San Miguel de Turín y la del Monte San Miguel en Francia. Son lugares sagrados que, incluso en su colocación geográfica (equidistantes 1.000 kilómetros y colocadas sobre un único eje orientado exactamente hacia Jerusalén), dan testimonio de la fe eclesial en su protección celestial sobre toda Europa. Hoy, más que nunca, es necesaria su poderosa protección.


San Gabriel es el mensajero de la Encarnación de Dios (Lc 1,26-38). Él llama a la puerta de María y, por medio suyo, Dios mismo pìde a la Virgen su “sí” para llegar a ser la Madre del Redentor. El Señor está incansablemente llamando a la puerta del mundo y a la puerta de cada corazón: “Miro que estoy a la puerta y llamo; si alguno escucha mi voz y me abre la puerta, yo vendré y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20). Llama para pedirle la libertad de abrirle. Él, entrando en nosotros y habitando entre nosotros, desea que nuestra vida tenga el respiro de Dios y la grandeza del Cielo. En la comunión con Cristo, estamos asociados tambièn nosotros a la misión de Gabriel: llevar a los hombres la llamada de Cristo y darles la buena noticia de su presencia.

 
San Rafael, finalmente, es presentado en el libro de Tobías como el Ángel a quien se le confía la misión de curar. Cuando Jesús envía a sus discípulos en misión, a la tarea de anunciar el Evangelio le añade también la de sanar. Anunciar el Evangelio significa, ya por sí mismo, sanar, porque el hombre necesita sobre todo la verdad y el amor de Dios. El Arcángel San Rafael cura la comunión entre hombre y mujer. Cura su amor y les da la capacidad de acogerse mutuamente y para siempre. En segundo lugar, el libro de Tobías habla de la curación de los ojos que están ciegos. Hoy tocamos con las manos que estamos amenazados por la ceguera para con Dios. Cuando mayor sea el peligro por lo que sabemos sobre las cosas materiales y lo que podemos hacer con ellas, más podemos hacernos ciegos para la luz de Dios. No captamos más la realidad del cielo, abierto sobre nosotros. Esto empobrece la tierra y hace triste nuestra vida. Curar esta ceguera de los corazones con el anuncio de Cristo, es la tarea sublime que, junto a Rafael, se nos ha confiado. Sólo la experiencia de la presencia regeneradora de Cristo puede hacer brillar con luz nueva nuestra mirada y abrir el Cielo, en el cual los Ángeles “suben y bajan” sirviendo y alabando la comunión entre el cielo y la tierra.


Hoy, en los santos Arcángeles, el cielo de Dios brilla luminoso y se abre nuevamente para nosotros: como defensa y protección, como alegre anuncio de su presencia y como luz que sana nuestros ojos. Agradezcamos a Dios el don de estos poderosos Amigos e invoquémosles como protectores celestiales, juntamente con Aquella que es Reina de los Ángeles, para nuestro bien y el de toda la Iglesia.

Blas Silvestre

domingo, 11 de septiembre de 2011

Horario de Misas - ACTUALIZADO-

La página con el horario de Misas ha sido actualizado con el horario de invierno. (Será válido desde mañana lunes 12 de septiembre hasta el 31 de diciembre de 2011)

Podemos acceder a la página en el enlace permanente que se encuentra bajo la cabecera del blog o desde el siguiente enlace:

Antropología de la conciencia

ANTROPOLOGÍA DE LA CONCIENCIA

Introducción

Hemos venido reflexionando hasta aquí sobre la crisis de los valores, la historia del concepto de dignidad humana, el afrontamiento de los problemas que atañen a los individuos… Si algún hilo conductor puede ayudarnos a caminar pensamos que ha de ser el hilo de la antropología. Las discusiones sobre galgos o podencos se han adueñado de las mesas de las discusiones, cuando lo que está en juego es la vida del cazador, por continuar con la metáfora. Una antropología que se haga cargo del otro como otro y dé razón de mí, de mi ser-lnterrogación. En este hilo conductor hay un corte peligroso: el de la conciencia. De ahí la presente reflexión.

La conciencia centro de la moralidad

El punto de arranque del debate sobre la conciencia se sitúa en el catolicismo –y por extensión en el universo moral- en la alternativa: optamos por una “moral de la conciencia” como baluarte de la libertad, o elegimos una “moral de la autoridad” que regula hasta los aspectos más íntimos del actuar del individuo. El primer modelo  apela al principio clásico de la tradición moral según el cual la conciencia es la norma suprema que siempre se debe seguir incluso frente a la autoridad. El papel del Magisterio –en el caso del catolicismo y dentro del primer modelo-, puede proponer normas para la formación de la conciencia, pero con el fin de que ésta se forme un juicio autónomo.

En algunos planteamientos de este modelo se le concede a la conciencia un carácter infalible que es necesario que  contrastemos en esta reflexión.

Por supuesto que siempre se debe seguir el juicio de la conciencia, no actuar en contra de ella, pero la pregunta que se ha de plantear es la de si la conciencia tiene siempre razón, es decir, si es infalible. Si así fuera, que la conciencia de cada individuo es infalible, querría decir que no existe ninguna verdad, por lo menos en materia de moral y de religión, es decir, en los ámbitos de los fundamentos de nuestra existencia. Desde el momento que los juicios de conciencia se contradicen se tendría sólo una verdad del sujeto, que se reduciría a su sinceridad. No habría ni puerta ni ventana que pudiera llevarnos del sujeto al mundo circundante y a la comunión de los hombres. Sólo por fortuita coincidencia. Si amamos la libertad y amamos a la humanidad, nos hemos de abrir a algo más profundo para no quedarnos esclavizados de los reflejos de los condicionamientos sociales, ambientales, predominantes.

La conciencia errónea

Para avanzar en esta antropología de la conciencia hemos de entrar en el concepto de “conciencia errónea” como dimensión justificativa o no del juicio práctico de actuación del individuo. Y lo podemos hacer de la mano de un caso histórico aun presente en la mente de la humanidad. ¿Podemos conceder valor universal, es decir, eximir de responsabilidad moral actuaciones como las de las SS nazis? Estos llevaron a cabo sus atrocidades con fanática convicción y también con una absoluta certeza de conciencia. No hay ninguna duda de que Hitler y sus cómplices estaban absolutamente convencidos de su causa. Para algunos, esta convicción les eximía de su responsabilidad. Aunque sus atrocidades continúan estremeciéndonos. Y ello nos hace pensar que hay algo que no cuadra en la teoría del poder justificativo de la conciencia subjetiva reducida al yo individual y cargada de infalibilidad porque es “mi” conciencia. Un concepto de conciencia que lleva, llevó, a conclusiones como las que conocemos, tiene que ser falso. Una firme convicción subjetiva y la consiguiente falta de dudas y escrúpulos no justifican absolutamente al hombre. Existe la conciencia errónea y el sujeto debe luchar por salir de ella, saliendo de sí, abriendo la ventana al mundo alrededor.

La conciencia de culpa

La estructura antropológica de la conciencia no puede prescindir de la realidad de la culpa. Karl Jaspers nos lo explicó en sus conferencias del invierno 1945-1946 en la universidad de Heidelberg y que la psicología más rigurosa nos lo dice: el sentimiento de culpa, la capacidad de reconocer la culpa, pertenece a la esencia misma de la estructura psicológica del hombre. El sentimiento de culpa que rompe con una falsa serenidad de conciencia y que se puede definir como una protesta de la conciencia contra mi existencia satisfecha de sí misma, es tan necesario para el hombre como el dolor físico como síntoma que permite reconocer las disfunciones del organismo. Quien ya no es capaz de percibir la culpa está espiritualmente enfermo, es un cadáver viviente, una máscara de teatro. Son los monstruos, que entre otros brutos, no tienen ningún sentimiento de culpa. Quizá Hitler, Himmler o Stalin carecían totalmente de él. Quizá los padrinos de la mafia, los narcotraficantes, los terroristas no tengan ninguno, o quizá los tengan bien escondidos en el desván. También los sentimientos de culpa abortados… Todos los hombres tienen necesidad de los sentimientos de culpa.

Una vez más, en nuestras reflexiones, acudimos a las tradiciones de sabiduría que conforman un mundo digno del hombre. El Salmo bíblico 19,13 suplica a Dios: “¿Quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta. Preserva a tu siervo de la arrogancia para que no me domine; así quedaré limpio e inocente del gran pecado”. Aquí no se trata de objetivismo veterotestamentario, sino de la más profunda sabiduría humana: dejar de ver las culpas, el enmudecimiento de la voz de la conciencia en tan numerosos ámbitos de la vida es una enfermedad espiritual mucho más peligrosa que la culpa que uno todavía está en condiciones de reconocer como tal. Quien no es capaz de reconocer que matar es pecado, ha caido más bajo de quien todavía puede reconocer la maldad de su comportamiento, ya que se ha alejado mucho más de la verdad y de la conversión. La escena del fariseo y el publicano en su oración en el templo (Lc 18, 9-14) constituye un ilustrativo ejemplo. El juicio paradójico de Dios resalta que el fariseo ya no tiene conciencia de culpa. Este silencio de su conciencia lo hace impenetrable para Dios y para los hombres. El grito de la conciencia que no da tregua al publicano, hace que sea capaz de verdad y de amor.

Aproximación a la naturaleza de la conciencia

Desde lo reflexionado podemos decir ya que no se puede identificar la conciencia del hombre con la autoconciencia del yo, con la certidumbre subjetiva de sí mismo y del propio comportamiento moral. Este conocimiento puede ser, por una parte, un mero reflejo de las opiniones difundidas en el ámbito social. Por otra, puede derivar de una falta de autocrítica, de una incapacidad de escuchar las profundidades del espíritu. La identificación de la conciencia con el conocimiento superficial, la reducción del hombre a su  subjetividad, no libera en absoluto, sino que esclaviza, nos hace totalmente dependientes de las opiniones dominantes a las que incluso va rebajando de nivel día tras día. Quien hace coincidir la conciencia con las convicciones superficiales, la identifica con una seguridad seudorracional entreverada de autojustificaciones, conformismo y pereza. La conciencia se degrada a mecanismo de desculpabilización, mientras que lo que representa verdaderamente es la transparencia del sujeto por lo divino y por tanto también la dignidad y la grandeza específicas del hombre. Reducir la conciencia a la subjetividad es renunciar a la verdad. Desde luego se debe seguir la conciencia errónea como tal conciencia. Sin embargo, aquella renuncia a la verdad, ocurrida precedentemente y que ahora se toma la revancha, es la verdadera culpa, una culpa que en un primer momento mece al hombre en una falsa seguridad para después abandonarlo en un desierto sin senderos.

Guías de la conciencia

Newman. Recordemos la frase de Newman en la Carta al duque de Norfolk: "Si yo tuviera que llevar la religión a un brindis después de una comida, lo que no es muy oportuno hacer, desde luego brindaría por el Papa. Pero antes por la conciencia y después por el Papa". Para Newman la conciencia significa la presencia perceptible e imperiosa de la voz de la verdad dentro del sujeto mismo; la conciencia es la superación de la mera subjetividad en el encuentro entre la interioridad del hombre y la verdad procedente de Dios. Es significativo el verso que Newman compuso en Sicilia en 1833: "Me gusta elegir y entender mi camino. Ahora, en cambio rezo: ¡Señor, guíame tú!". Para Newman lo importante era el tener que obedecer más a la verdad reconocida que a su propio gusto, incluso el enfrentamiento  con sus propios sentimientos, con los vínculos de amistad y de una formación común.

Tomás Moro. Su fidelidad a la conciencia no fue de ningún modo la manifestación de una testarudez subjetiva o de terco heroísmo. El mismo se colocó entre aquellos mártires angustiados que solamente después de indecisiones y muchas preguntas se obligaron a sí mismos a obedecer a la conciencia: a obedecer a esa verdad que tiene que estar en mayor altura de cualquier instancia social y de cualquier forma de gusto personal.

Sócrates. En la disputa de Sócrates con los sofistas se pone a prueba la decisión crucial entre dos actitudes fundamentales: por una parte la confianza de que el hombre tiene la posibilidad de conocer la verdad, y por otra una visión del mundo en la que el hombre crea por sí mismo los criterios para su vida. El hecho de que Sócrates, un pagano,  haya llegado a ser, en un cierto sentido, el profeta de Jesucristo, encuentra su justificación en esta cuestión fundamental. Ello supone que se ha concedido al modo de filosofar inspirado en él, un privilegio histórico-salvífico, llamémoslo así, y que se le ha hecho molde adecuado para el Logos cristiano, por tratarse de una liberación a través de la verdad y por la verdad. Salvando las distancias históricas y terminológicas necesarias, en la controversia de Sócrates nos encontramos ante la cuestión que hoy nos afecta a nosotros. La renuncia a admitir la posibilidad de que el hombre conozca la verdad lleva en primer lugar a un uso puramente formal de las palabras y los conceptos. A su vez, la pérdida de los contenidos lleva a un mero formalismo de los juicios, ayer como hoy, Da lo mismo. En muchos ambientes uno no se pregunta, hoy, qué piensa un hombre. Se tiene ya preparado un juicio sobre su pensamiento en la medida en que se le puede catalogar con una de las correspondientes etiquetas formales: conservador, reaccionario, fundamentalista, progresista, revolucionario. La catalogación en un esquema formal hace que sea superflua la confrontación con los contenidos. Se entiende perfectamente que cuando los contenidos ya no cuentan, cuando lo que predomina es una mera praxología, la técnica se convierte en el criterio supremo. Pero esto significa que el poder, ya sea revolucionario o reaccionario, se convierte en la categoría que domina todo. Pero se ha olvidado que lo específico del hombre en cuanto hombre, consiste en su interrogarse no sobre el “poder”, sino sobre el “deber”, en abrirse a la voz de la verdad  y de sus exigencias. Este es el contenido de la investigación socrática y el testimonio de los mártires cristianos. Esta es la conciencia abierta a la verdad y no encerrada en su subjetivismo.

Naturaleza de la conciencia

Memoria

La tradición filosófica platónica en el pensamiento de San Agustín nos entregó un concepto de rico significado para la cuestión de la conciencia: la “memoria Dei”. Esta dimensión primera de la conciencia que llamaremos dimensión ontológica, estructural, constitutiva de la conciencia, la encontramos en San Pablo en su carta a los Romanos: “Cuando los paganos, que no tienen Ley (la Ley de Dios), hacen espontáneamente lo que ella manda, aunque la Ley les falte, son ellos su propia ley, y muestran que llevan escrito dentro el contenido de la Ley cuando la conciencia aporta su testimonio” (Rom 2, 14ss). San Basilio en su regla monástica escribe: “El amor de Dios no depende de una disciplina impuesta desde fuera, sino que está constitutivamente inscrito en nosotros como capacidad y necesidad de nuestra naturaleza humana” (Regulae, 2.1.). San Agustín también afirma: “En nuestros juicios no sería posible decir que una cosa es mejor o peor que otra si no tuviéramos imprimido dentro de nosotros un conocimiento fundamental del bien” (De Trinitate VIII, 3, 4). Si esto es así, significa que en esta dimensión ontológica de la conciencia ha sido infundido algo así como una originaria memoria del bien y de lo verdadero, que hay una tendencia íntima hacia todo lo que es conforme a Dios. Desde su raíz el ser del hombre advierte una armonía con algunas cosas y se encuentra en contradicción con otras. Esta memoria del origen no es un saber ya articulado conceptualmente, un cofre de contenidos que está esperando solo que los saquen.. Es un sentimiento interior, una capacidad de reconocimiento, de modo que quien es interpelado, si no está interiormente replegado en sí mismo, es capaz de reconocer dentro de sí su eco.

Juicio y decisión

Visto el primer nivel de la conciencia que hemos llamado ontológico, entramos en la segunda dimensión que es la del juzgar y decidir. El acto de la conciencia aplica esa íntima repugnancia al mal y esa íntima atracción hacia el bien, en terminología de Santo Tomas (S.T. I, q. 13, a. 79), a las situaciones particulares. Reconocemos la situación, la juzgamos y tomamos la decisión. Estaríamos en el proceso aristotélico de la deliberación, el juicio y la decisión. Siempre a partir de la memoria del bien que no hemos sofocado. Se podría hablar de una interacción entre una función de control y una función de decisión. Lo específico del conocimiento de las acciones morales no deriva exclusivamente del mero conocimiento o razonamiento. En este ámbito si una cosa es reconocida o no reconocida siempre depende también de la voluntad, que cierra el camino al reconocimiento o bien encamina hacia él. Ello depende de una impronta moral ya dada que por consiguiente puede ser ulteriormente deformada o mayormente purificada.

La búsqueda de la verdad

Es posiblemente, la renuncia más demoledora de lo humano que ha realizado nuestra época. Ciertamente es un camino arduo y difícil. Pero en su seguimiento, en la búsqueda del bien y de la verdad, el hombre descubre cada vez más belleza y descubre también que justo en ella está su auténtica liberación, la redendeción en terminología cristiana. La conciencia tiene como misión la búsqueda de la verdad.
La búsqueda de la verdad ha sido una constante a lo largo y ancho de la historia del hombre. No sólo como colectividad. El mismo individuo mentiroso bien que se enfada cuando se le miente a él. El mundo en el que vivimos tiene su propia característica en su búsqueda de la verdad: los éxitos de la ciencia le han hecho creer que finalmente posee la verdad. Y, sin embargo, la verdad ya no es buscada por ella  misma. Parece admitirse que la verdad es mutable, cambiante, ocupada sin cesar en transformarse, en contradecirse para superarse, de suerte que lo que hoy es tenido por justo, por verdadero, por moral, por honorable, por roca y base, mañana será puesto en tela de juicio y sin duda rechazado. Pero, ¿quién reemplaza al ideal de verdad, es decir, de inmutabilidad en la convicción que hasta ahora había constituido la base de la cultura? Cuando lo verdadero se borra, es reemplazado inmediatamente por lo que semeja parecérsele y que es todo lo contrario, a saber: el estado de hecho, la fuerza, la actualidad, la materia, el cuerpo, la política, el momento presente. Por eso, toda crisis de lo verdadero provoca inmediatamente un desarrollo de la potencia, una adoración de la fuerza, del hecho. El conocimiento, al progresar, liberará las fórmulas anteriores de sus imperfecciones, precisará las adaptaciones de la Verdad, pero lo Verdadero subsistirá. Hay mucho de erróneo en la asimilación moderna de la verdad con la sinceridad.  La sinceridad es la verdad para el sujeto. Es cierto que cada hombre se cree veraz. Y si se confundieran veracidad y sinceridad, habría tantas verdades como personas, lo que significaría que no habría ninguna, ya que el dominio de las verdades sería paralelo al de los gustos.

La búsqueda de la verdad no es una constante interrogación angustiosa que nos pone siempre delante la culpa. La novedad que nos propone el cristianismo afirma que el Logos, la Verdad en persona, es también al mismo tiempo la reconciliación, el perdón que transforma más allá de todas nuestras capacidades e incapacidades personales. Cuando la Verdad ha llegado nos ha amado y ha quemado nuestras culpas en su amor. Sólo cuando conocemos y experimentamos interiormente todo esto adquirimos la libertad de escuchar con gozo y sin ansia el mensaje de la conciencia.

Blas Silvestre.

 Bibliografía
Franz Böckle, Moral fundamental, Cristiandad, Madrid, 1980.
Joseph Ratzinger, Elogio de la conciencia, Lección Magistral Aula Magna del Rectorado de la Universitá degli Stidi de Siena, 1991.
Karl Jaspers, Cifras de la trascendencia, Alianza, Madrid, 1993.
Dietmar Meth (director), La teología moral en fuera de juego, Herder, Barcelona, 1996.
Karl Jaspers, El problema de la culpa, Paidós, Barcelona, 1998.
Aristóteles, Ética a Nicómaco, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2002.
Jean Guitton, Lo que yo creo,  Belacqua, Barcelona, 2004.
John Henry Newman, Apología pro vita sua, Encuentro, Madrid, 2010.
 Agustín de Hipona, Confesiones, Bibliteca de autores cristianos, Madrid, 2010.

jueves, 11 de agosto de 2011

EMERGENCIA EN EL CUERNO DE AFRICA

Todos conocemos por las noticias la grave situación que viven los países situados en el Cuerno de África –Etiopía, Kenia, Somalia, Uganda, Eritrea y Yibuti– los cuales sufren una sequía que ha agravado la crisis que ya venían padeciendo y que en algunas zonas es la más grave de los últimos 60 años.  Por la información que nos ha hecho llegar Alfredo Marhuenda desde el Programa de Cooperación Internacional de Caritas Diocesana de Valencia,  la situación sigue siendo dramática y como denuncia el misionerio Padre Franco Cellana desde Kenia, “se hacen muchas promesas pero la ayuda es poca y llega con mucha lentitud”. Ilustra la grave situación que viven con algunas anécdotas: “Esta mañana mientras recorría los caminos con el coche los niños nos perseguían con bidones de plástico pidiéndonos agua, hemos repartido la que llevábamos mientras les prometíamos que intentaríamos arreglarlo".  En la imagen inferior podeis ver el  cartel de la campaña con el número de cuenta habilitado por Caritas Valencia en Bancaja para esta emergencia. 

Y en el siguente enlace de Caritas Valencia más información de la campaña y los informes que regularmente elaboran  para mantenernos informados.
 ¡Cualquier ayuda es importante!
-Al pinchar en la imagen la podremos ver en su tamaño original-
 

LA CUESTION DE LA DIGNIDAD HUMANA (II)

 LA CUESTION DE LA DIGNIDAD HUMANA (II)

¿Cómo ha de tratar el hombre al hombre y por qué?

El sujeto político moderno tiene una característica preocupante. Cuando decimos “sujeto político” no nos estamos refiriendo únicamente a los “profesionales” de la política de partidos. Queremos hablar del sujeto de la pólis, de la ciudad, el ciudadano que como tal es naturalmente político. Esta característica preocupante es el alto índice de deseo de corrupción posible. Estamos escandalizados, “indignados”, por el nivel de corrupción presente en la praxis política. No sólo no desaparece, sino que en muchos casos queda impune. Y el ciudadano medio no se rebela sino que aplaude con su voto. En este momento no son suficientes el juicio político y, en su caso, el judicial. Es necesario el antropológico. La reconstrucción del sujeto que necesitamos necesita de la antropología. La filosófica y la teológica. Es lo que hemos intentado en la anterior reflexión y que completamos con ésta. Lo bueno del 15-M puede quedar en brindis (a la Puerta del) Sol si sus raíces no se hunden en la tierra y el agua de nuestras mejores tradiciones.

A la fundamentación filosófica añadimos la fundamentación teológica  que ofrece una incondicionalidad que mejor funda el actuar de la razón. Manteniendo los esfuerzos que la filosofía realiza, hemos de incursionar en el ámbito teológico para encontrar la respuesta adecuada. Es lo que a continuación presentamos.

Teología del hombre como imagen de Dios: su dignidad inviolable


Cada hombre, todo hombre, posee el valor de lo insustituible. Como señala García Bacca, “no hay del yo más que un ejemplar posible”.
El punto de arranque de esta singularidad radica en la voluntad de Dios que ha creado al hombre como un fin en sí mismo. Esto hace del hombre un valor absoluto, o en expresión de Zubiri, un “absoluto relativo”. Esta condición del hombre religado a Dios y por ello constitutivamente con valor absoluto, hace que el hombre no puede ser puesto en función de nada: ni de la producción, ni de la clase, ni del Estado, ni de la religión, ni de la sociedad. “El hombre es el ser supremo para el hombre”, decía Feuerbach (y repetírá luego Marx). La fe cristiana añade: “…y para Dios”. Tomás de Aquino advertía que la ordenación del hombre a Dios no es la de un medio a un fin, sino la de un fin a un fin superior.

Si no fuera por esta relación a Dios el postulado de la absolutez del hombre y su dignidad constitutiva sería difícilmente sostenible habida cuenta de su evidente contingencia. El hombre, es nuestra propia experiencia, está afectado por la finitud. Si no fuese más que lo que aparece, no tendría más valor que cualquier otro bien perecedero. El hombre circunscrito a los límites de su piel es una magnitud caducable a corto plazo. Necesita una relación que le dé consistencia.
Por eso hemos de afirmar que el hilo que le religa a Dios, la relación al Absoluto absoluto de Dios puede hacer de la criatura contingente que el hombre es, un absoluto relativo.
Cristo, hombre entre los hombres, ha venido a confirmar decisivamente el valor absoluto de la persona humana. Al morir el Hijo de Dios por todos y cada uno de nosotros, podemos decir que el valor de cualquier ser humano es la vida del Dios encarnado: 1 Cor 6,20; 7,23; 1 Tim 2,5-6. Y cuando decimos cualquier ser, estamos refiriéndonos especialmente a los más vulnerables, frágiles, humillados y ofendidos con los que Jesús se identificó expresamente: Mt 25, 40.45. Estos pequeños son el sacramento de Cristo, signo eficaz de su presencia real en lo humano, como Cristo es sacramento e imagen de Dios. Esta referencia a Dios para la valoración absoluta del ser humano está bíblicamente justificada, pero se presta a la objeción de alienante o evasionista. Fue Feurbach quien llevado por esta sospecha parafraseó el aserto luterano Deus homini homo, invirtiéndolo en homo homini Deus (Dios, hombre para el hombre, el hombre, un Dios para el hombre).

Por eso, lo que hemos dicho hasta aquí debe ser completado por otra intuición bíblica: la apertura trascendental a Dios se actúa en la mediación categorial de la imagen de Dios. Sólo es verdad que amamos a Dios, si amamos a su criatura que es el prójimo. San Juan nos lo dijo: “Si alguno dice amo a Dios y aborrece al prójimo, es un mentiroso…”  1 Jn 4,20-21. La única prueba que tengo de que yo me comunico realmente con Dios es la relación interpersonal con la criatura creada. Quien venera y respeta la imagen de Dios que es el  hombre, respeta a Dios. Por eso hay un cristianismo anónimo, como a la contra, puede darse un ateísmo anónimo en la medida en que se acepta o se rechaza en la praxis el amor al hombre como autentificación del amor a Dios.

¿Y por qué la afirmación incondicionada del tú humano equivale, según la fe cristiana, a la afirmación de Dios? Porque allí donde se afirma al tú como valor absoluto, como fin y no como medio, se está yendo más allá de lo que nos da el dato empírico: la pura contingencia del ser humano. Por tanto, si desde el mundo civil y la reflexión filosófica se afirma el valor absoluto de la persona, se está haciendo un acto de fe, porque sólo la fe sabe leer más allá de las apariencias. Se está intuyendo en el otro el trasunto enigmático del misterio por antonomasia que es el Absoluto a quien llamamos Dios.
De otra parte, si cada hombre está religado constitutivamente a Dios, cabe el diálogo entre los hombres de tú a tú. Cada hombre es lo que yo soy. Si Dios no salvaguardara la dignidad de cada uno, el más fuerte, el más poderoso se impondría. Sólo tenemos que ver la historia de la humanidad. Allí donde Dios desaparece el hombre sojuzga al hombre. Por ello, la historia civil y las éticas laicas tienen una asignatura pendiente en el aserto de Dostoyesvky: “SI Dios no existe, todo está permitido”.  Efectivamente, si todo es contingente, ¿por qué el amor es mejor que el odio?, ¿por qué la justicia es mejor que la injusticia?, y, ¿por qué tengo que perdonar?, ¿por qué he de trabajar desinteresadamente por los demás? Al margen del Absoluto no se ve cómo tutelar la demanda de absolutez enfeudada en toda conciencia individual personal. La intangibilidad del hombre, la normatividad de los valores sólo serían un voluntarismo, un sentimentalismo sin este fundamento. Pero si Dios existe, la libertad del prójimo y su respeto no dependen de mi capricho, ni mi provecho. Si Dios existe, mi existencia es una existencia gratuitamente dada, y esa gratuidad me dispone para entenderla y vivirla como libre autodonación manteniendo la impronta de su origen. Porque soy de Dios y no soy de mi, debo ser para los demás.
Empezábamos diciendo que la visión civil, filosófica y ética tenía su validez y desde ella se afirma legítimamente el valor absoluto de la persona, por tanto, estamos no descalificando la primera parte de nuestra reflexión, sino afirmando que:

1º. Tenemos un punto de coincidencia cuya fecundidad hemos de mantener.
2º. El mundo civil deberá dar razón suficiente de su afirmación puesto que no ha llegado a una fundamentación de la dignidad de forma convincente como hemos visto.
3º. Donde se afirma el tú como absoluto se tiene una captación de Dios, sépase o no.
4º. Históricamente sólo el cristianismo, por la Encarnación de Cristo, ha llevado a sus últimas consecuencias la intuición humanista contenida en el concepto de dignidad humana.

Con lo que el cristianismo de esta forma ha postulado el imperativo ético de unas relaciones humanas regidas por la dignidad personal de cada sujeto.
Con lo que hemos respondido así a la cuestión inicial que planteábamos en el título de estas reflexiones : ¿de qué modo el hombre debe tratar al hombre y por qué? Esta cuestión no es de orden exquisitamente metafísico; la noción de “dignidad” se autentifica como válida en la praxis.

Blas Silvestre.

Bibliografía
 Juan Luís Ruiz de la Peña, Antropología teológica fundamental, Sal Terrae, Santander, 2001.

lunes, 25 de julio de 2011

LA CUESTION DE LA DIGNIDAD HUMANA (I)

LA CUESTION DE LA DIGNIDAD HUMANA (I)

¿Cómo ha de tratar el hombre al hombre y por qué?

Introducción

El concepto de dignidad humana es la clave axiológica del antropocentrismo moderno y, en realidad, del transmoderno. A pesar de la defensa de los derechos de los animales o del valor interno de la naturaleza y de la vida, la ética que presta suelo moral a muchas Constituciones de las democracias liberales y a las declaraciones de los Organismos Internacionales es la ética de la dignidad humana. Y tanto los derechos humanos como las reflexiones de las éticas aplicadas siguen teniendo un punto de partida común en el concepto de dignidad.
Justamente, desde el 15 de mayo del actual 2011, estamos viviendo en nuestro país un “movimiento de indignación”. En las pasadas elecciones del 22 del mismo mes, algunos políticos clamaban el cambio “por la dignidad”. Seguramente podría haber coincidencias. Es posible. Lo que, por nuestra parte, carecen unos y otros es de un concepto de dignidad humana realmente conformador de una sociedad digna y sin indignados. Sólo los justos porque así ellos lo deciden.
La construcción de una sociedad digna del ser humano requiere el acopio de las tradiciones mejores que mejor han colaborado a la construcción de la persona de derechos y deberes. He aquí un poquito de “tradición” para no estar inventando el mundo constantemente. No le luce así al mundo. 
 
    Sin embargo, dos problemas al menos se plantean de inmediato. ¿Es la afirmación de la dignidad humana el dogma de una "moralina burocrática", que carece de fundamento? Y, por otra parte, ¿no es un concepto que está vacío de contenido y por eso se repite sin cuento como un tabú? Para responder a estas cuestiones es preciso recurrir a la historia del concepto y a cierta reflexión filosófica.
 
Historia y filosofía
 
    Sentido político y social

El concepto de dignidad comienza siendo político y social en Roma. Se relaciona con la pertenencia a la nobleza, con la función, el cargo o los méritos en favor de la res publica y depende, por tanto, del reconocimiento de una comunidad. También se relaciona con el comportamiento, los modales y el tipo de vida, lo cual lo conecta con términos como maiestas y decus
 
    Creado a imagen y semejanza de Dios

Al cabo del tiempo el Cristianismo, algunos estoicos y Cicerón alumbran un nuevo sentido de la noción de dignidad: se descubre su sentido interno, que constituye la verdadera base de la noción contemporánea de "dignidad humana". En esta innovación fue decisiva la noción bíblica de que el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios.
En las reformulaciones medievales de la noción de dignidad por parte de Alberto Magno, Buenaventura y Tomás de Aquino se entremezclan los contenidos religiosos cristianos con la terminología filosófica propia del aristotelismo reemergente de la época. Se conecta la dignidad con la noción de persona, y se insiste en la racionalidad y libertad de la voluntad.
 
    Artífice de la propia vida
 
Los humanistas resaltaron el puesto central del hombre en el cosmos y sus peculiares capacidades para actuar con libertad y responsabilidad en el mundo. Desde Petrarca, pasando por Facio, Manetti y Ficino, hasta Pico de la Mirandola, Vives y Erasmo, escriben a favor de la dignidad del hombre. En conexión con los argumentos teológicos tradicionales, pero incorporando motivos seculares e innovadoras  reinterpretaciones de lugares y personajes de la tradición (griega y bíblica) destacaron la libertad y la capacidad del hombre para convertirse en artífice de su propia vida. 
 
    Valor de dignidad en virtud de la autonomía moral
 
La Ilustración francesa todavía recelaba de las connotaciones jerárquicas feudales del término 'dignidad'. De hecho, en la Declaración del 26 de agosto de 1789 el término 'dignidad' fue sustituido por el más igualitario de 'empleo', con la intención de resaltar el final del sentido político-social que había tenido aquél en la sociedades estamentales.
La defensa más potente de la noción de dignidad proviene de la Ilustración alemana, al menos desde mediados del s. XVIII, donde se entiende como algo interno, de carácter moral y absoluto. En este sentido, la contribución de Kant, especialmente en sus obras Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785) y Metafísica de las costumbres (1797), ha sido decisiva.
En Kant la noción de dignidad sirve para caracterizar el valor interno de la persona humana, en virtud de su racionalidad moral, su capacidad autolegisladora universal, en definitiva, su autonomía moral. Es éste un valor único, al que Kant denomina valor de dignidad. Cualquier otra cosa es susceptible de intercambio conforme a alguna equivalencia, todo lo demás puede tener algún precio, ya sea de carácter comercial o afectivo. Sólo la dignidad rompe los moldes anteriores e irrumpe como un valor de carácter incondicionado, del que la razón puede hacer uso para señalar un límite a todo intercambio comercial y afectivo, a todo precio, porque instaura un nuevo orden, nos abre otra perspectiva vital. Tan es así que, según el pensar poético de Machado, sólo el necio [¡el que no sabe! (el ignorante)] "confunde valor y precio".     En este "valor de dignidad" se funda un humanismo ético, cuyo contenido fundamental es la libertad, y su lema podría formularse así: "hacer de la libertad virtud" (y así hacerse digno de ser feliz) y que tiene el firme propósito de hacer valer la dignidad. Un concepto que en el contexto de la filosofía práctica kantiana se configura como una categoría antroponómica (el hombre autolegislador), que expresa un ideal de humanidad -por muy incumplido que esté-, el valor de la humanidad y de la moralidad, el incondicionado práctico de la razón humana.
Este recorrido que hemos hecho de la mano DE Jesús Conill (2003) muestra la fuerza de las tradiciones para la construcción del presente. De hecho, Gadamer (2000) nos enseñó que la Ilustración manejó mal el concepto de “prejuicio”: no sólo es juicio falso, sino que puede ser juicio previo. Como también manejó mal el concepto de “tradición”, no sólo significa conservación, sino que además representa un momento de la libertad y de la historia. Incluso una revolución conserva mucho más de lo que se cree. Quienes hemos vivido en Cuba los últimos años bien que lo sabemos.
 
    Concepto ético de carácter experiencial y antroponómico
 
Somos muchos los que pensamos que habría que revitalizar el sentido humanista e ilustrado del concepto de dignidad humana, que articula contenidos que provienen de la tradición bíblica, porque las tradiciones son una fuente de inspiración y de vida, desde las que hay que repensar, seleccionar y reinventar lo que resulta más valioso para vivir en plenitud.
Al animal fantástico que es el ser humano le hace falta un elemento incondicionado en el desarrollo de su razón práctica. La estructura transcendental de la razón lo necesita y un nombre para tal incondicionado ha sido el de dignidad. Una noción aprendida en la experiencia de la vida histórica, forjada a lo largo de diversas tradiciones, no inventada de la nada. La conexión de la noción de dignidad con el momento de lo incondicionado se sigue manteniendo explícita o implícitamente en muchas declaraciones y cuando se debaten aspectos éticos y jurídicos en todos los campos donde hay que dirimir conflictos graves, por ejemplo, en los últimos tiempos continuamente en cuestiones biomédicas, políticas y sociales. El punto crucial es siempre la protección de la dignidad humana. Porque en ella se cree encontrar el principio de los derechos humanos fundamentales o el valor jurídico fundamental para muchos debates y razonamientos, incluso los constitucionales. Pero muchos siguen pensando que es una fórmula vacía, porque en definitiva afirmar la dignidad equivale a sostener una instancia incondicionada, pero todavía hace falta conectarla con contenidos concretos y fundamentarla debidamente, cosas ambas difíciles, porque ¿qué contenidos son los que garantizan la protección de la dignidad humana?, ¿qué acciones atentan contra ella? ¿De qué es digno el ser humano y por qué?
En lo que concierne al contenido, las propuestas más relevantes de filosofía moral y política contemporánea se esfuerzan por precisarlo recurriendo a los derechos humanos, los "bienes primarios" (Rawls), la "igualdad de recursos" (Dworkin), las "capacidades básicas" (Sen), cuyo fin es empoderar a cada una de las personas y hacer realmente posible su libertad y su propia autorrealización.
Y, en cuanto al fundamento, rebasando su aceptación como una mera "creencia" o como una afirmación fáctica presuntamente autoconstituyente (pero impulsada por una funcionalidad pragmática), muchos siguen usando el concepto de dignidad humana con una carga metafísica, aun cuando en la época en que nos encontramos, oficialmente declarada postmetafísica, se presenta a menudo con carácter criptometafísico
Un enfoque filosófico a la altura de nuestro tiempo tiene que pensar -también el concepto de dignidad- desde  una "hermenéutica crítica", en la que se articulan dos lados: 1) el aspecto experiencial (incluso el componente sensible, emotivo, institual) del concepto, en el que se fusionan los horizontes históricos y culturales de los que se nutre (fusión de contenidos religiosos, humanistas, ilustrados, emancipadores, científicos), y 2) el aspecto transcendental, que a través de la reflexión ha sido capaz de descubrir el momento incondicionado de la razón y su configuración como categoría antroponómica en virtud de su contenido de libertad para autolegislarse.
El lector avispado puede sacar sus propias conclusiones para el análisis del momento político y social que está sucediendo en nuestro país. En una segunda reflexión entraremos de lleno en la tradición teológica sobre la cuestión de la dignidad. Menos popular y con peor prensa pero no por ello menos necesaria. Lo urgente no deja tiempo para lo necesario. Mafalda dixit.
 
Blas Silvestre

Bibliografía
 Jesús Conill, La dignidad, ¿un concepto vacío? Eidon, 11, 2003.
W. Gadamer, Verdad y método, Sígueme, Salamanca, 2000.

viernes, 1 de julio de 2011

Horario de Misas - ACTUALIZADO-

La página con el horario de Misas ha sido actualizado con el horario de verano.

Puede acceder desde el enlace permanente o desde el siguiente enlace:

HORARIO DE MISAS

domingo, 12 de junio de 2011

Homilía en el día de san Antonio de Padua.

HOMILIA EN EL DÍA DE SAN ANTONIO DE PADUA 
EN EL AÑO DE GRACIA 2011 DE NUESTRA ERA.

Queridos hermanos.

En este año, sería propio, como en todos, hablaros de san Antonio. Pero vamos a cambiar la preposición. Vamos a hablarle a san Antonio de vosotros. Es un simple cambio de preposición que no altera el fondo. 

Comenzaré por el grupito de la Legión de María. Sí, son poquitos. Como poco es el silencio en nuestra sociedad. Representan y encarnan el silencio de María y José en los Evangelios. Ese silencio que grita la presencia de nuestro Dios sin molestar a nadie. Ese silencio necesario para escuchar a Jesús. El silencio de María. Gracias, miembros de la Legión de María, vuestra presencia oculta en la comunidad nos es necesaria.

Y del silencio pasamos al canto. Esa forma de rezar dos veces según pensamiento de san Agustín. He de agradeceros, presentándoos a san Antonio, vuestra presencia, vuestro quehacer, vuestro compromiso mantenido en todas las celebraciones de nuestra comunidad. Preguntando y sugeriendo. Cerrando cada liturgia con ese "cant valenciá" a nuestra Madre. Habéis cantado al Hijo y a la Madre. Y nos habéis hecho cantar. Alabanza a Dios.

El paso del canto conduce a la acción. La acción en nuestra parroquia, querido san Antonio, se llama “Acción Católica General”. Representada por tres grupos: las senior, los adultos jóvenes y los jóvenes adultos. También están de itinerario. La Acción Católica cuida esmeradamente de la formación de sus miembros. Y semana a semana, guiados por Juanma, los jóvenes, y por mí el grupo de mujeres, han fortalecido y enraizado su fe en Cristo. ¡Avant!

La acción necesita catequesis: dos realidades en nuestra parroquia, la de primera comunión y la de poscomunión. Es una semilla que no podemos echar al borde del camino. Los catequistas, también semana a semana, han ido sembrando en estos niños a quienes acompañamos y esperamos en el caminar de la parroquia porque, querido san Antonio, sin ellos no tendríamos futuro.

No anda bien el matrimonio, como bien sabes, Antonio de Padua. Hijos, sobrinos y nietos nuestros, casados por la Iglesia se separan. El grupo de matrimonios de la parroquia está preocupado. Los cursos de preparación al matrimonio y la atención a las parejas separadas les ha hecho reflexionar y hacer un alto en el camino. El próximo viernes, en la asamblea parroquial, nos van a presentar un plan de trabajo. Te pedimos, Antonio, que bendigas estos empeños.

Pero todo esto que te hemos presentado, Antonio de Padua, quedaría incompleto sin la acción caritativa de la parroquia. Treinta cinco familias inmigrantes y algunas autóctonas acuden a nuestra cáritas parroquial. Lo primero que hacemos es darles, en la medidada de nuestras posibilidades, el pan de cada día, el pan de san Antonio. Pero tú sabes que tanto como ese pan necesitan el pan de la Eucaristía. Y ahí vamos a hacer hincapié en el curso que comenzaremos.

La Cofradía de la Virgen de los Desamparados es la referencia maternal más sensible en nuestra comunidad. Lo que es y significa una madre constituye el empeño de la cofradía. A sus miembros, a los falleros y a los simpatizantes, tú, que sabes mucho de caridad, transmíteles tu espíritu para que se signifiquen por la caridad que todo lo puede.

Una nueva realidad ha amanecido en nuestra diócesis: el Itinerario de Renovación. Diez grupos con sus animadores han estado trabajando durante este año en nuestra parroquia. La lectura creyente de la Palabra de Dios ha centrado sus reuniones. Una bendición que el Señor nos ha regalado por medio de la iniciativa de nuestro Arzobispo. Les quedan otros tres años de camino. Antonio, camina con ellos.

Querido san Antonio. Tú tienes muchos devotos que acuden a nuestra parroquia por ti y tus milagros. Quisiéramos pedirte un nuevo milagro: al venir a verte a ti que vean a Jesucristo, nuestro Señor. Sabemos que tú así lo quieres. Tú eres santo por El. Y quieres que nosotros lo seamos también por El. Este es el empeño de la comunidad parroquial de San Antonio de Padua. La fe la recibimos en la comunidad de la Iglesia y hemos de vivirla en la comunidad. Nadie va al cielo solo. Vamos en compañía.

Gracias, Antonio bendito, por tutelarnos delante de Dios. En esta fiesta tuya de 2011 nos compremetemos a no defraudarte. Seguiremos el camino de Dios que es tu camino.

Tus feligreses de la Parroquia que tú tutelas.


miércoles, 8 de junio de 2011

AVISO: Cambio de Conferencia - Viernes 10 de junio

El próximo viernes 10 de junio a las 20,30 horas,  podremos asistir en el Salón de Actos de la Parroquia a la tercera conferencia que cierra el ciclo "Otras dimensiones de la Fe"

“La situación de los cristianos perseguidos en Bosnia” por  Jesús García del Departamento de Comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada, originalmente programada, será sustituida por "Evangelizar entre Budistas" a cargo de Dominik Kustra responsable de la Delegación de Levante de Ayuda a la Iglesia Necesitada.


Esperamos recuperar la conferencia de Jesús García a lo largo del próximo curso.


Y a las 22 horas: Cena de confraternidad.


¡Os esperamos!

miércoles, 1 de junio de 2011

Semana de San Antonio

SEMANA DE SAN ANTONIO
 Junio 2011
5, domingo

12 horas: Misa 1a Comunión de Pepe Devís. Le acompañan por delante el grupo de Poscomunión al que desea pertenecer y por detrás sus compañeros de catequesis que el próximo año recibirán la 1a comunión. Contamos con los padres y abuelos de todos ellos. ¡Enhorabuena, Pepe!

6, lunes

19 horas: Santo Rosario por las vocaciones religiosas
19,30 horas: Santa Misa

7, martes

19,30 horas: Santo Rosario por los enfermos de la Parroquia
20 horas: Santa Misa

8, miércoles

19,30 horas: Santo Rosario por las jóvenes embarazadas
20 horas: Santa Misa. Celebración de la entrega de la Biblia a los miembros de los grupos del IDR. La Iglesia dispensa a la Sagrada Escritura una veneración semejante a la que tributa al Cuerpo eucarístico de Cristo, ya que, así como el
Verbo de Dios se hizo carne por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María, así también la Sagrada Escritura nace del seno de la Iglesia por obra del mismo Espíritu (Benedicto XVI, Verbum Domini, no 19)

9, jueves

19 horas: Jueves Eucarístico y Santo Rosario por los religiosos y religiosas contemplativos
20 horas: Santa Misa. Administración del sacramento de la Unción a los mayores de 65 años

10, viernes

19,30 horas: Santo Rosario por los encarcelados
20 horas: Santa Misa
20,30 horas: charla: “La situación de los cristianos perseguidos en Bosnia”, por Jesús García, Departamento de Comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada. Salón de Actos de la Parroquia
22 horas: Cena de confraternidad parroquial

11, sábado

18 horas: Misa 1a Comunión de Daniel Sabater de la comunidad parroquial de Santa Teresa Jornet. Le acompañan sus padres y hermanos junto con los padres e hijos del grupo de familias al que pertenecen sus padres
¡Enhorabuena, Daniel!
20 horas: Santa Misa

12, domingo

10, 12, 13, 20 horas: Santa Misa

13, lunes

DIA DE SAN ANTONIO
Desde las 8 hasta las 13 horas el templo estará abierto
8,30 y 12 horas: Santa Misa
19,30 horas: Solemne    Misa a San Antonio. Veneración reliquia. Reparto de panes.

17, viernes

19,30 horas: Santo Rosario por los adolescentes en centros de reformatorio
20 horas: Santa Misa
20,30 horas: Asamblea Parroquial. Evaluación del curso parroquial a través de los tres pilares de la Parroquia: Palabra, Sacramento y Caridad. Todos los feligreses están convocados. Que nadie se autoexcluya. Felices vacaciones a quienes puedan disfrutar de ellas. ¡Dios es grande!



lunes, 9 de mayo de 2011

Ciclo de Conferencias: "Otras Dimensiones de la Fe"

CICLO DE CONFERENCIAS "OTRAS DIMENSIONES DE LA FE"
SALÓN DE ACTOS DE LA PARROQUIA


- 20 de Mayo, 20:30 horas:

"¿LA LIBERTAD RELIGIOSA EN EL MUNDO? ¿DONDE?" RELIGIONES, LAICIDAD Y LIBERTAD RELIGIOSA"

Ponente: Javier Fariñas, Doctor en periodismo. Profesor en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Director del Departamento de Comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada en Madrid.


                                                                                                                                                    


- 30 de Mayo, 20:00 horas:

 Coloquio en torno a su libro: "CIUDADANÍA ACTIVA Y RELIGIÓN. FUENTES PREPOLÍTICAS DE ÉTICA DEMOCRÁTICA”.

Ponente: Agustín Domingo Moratalla, Doctor en Filososfía, Facultad de Filosofía de la Universidad de Valencia. Departamento de Filosofía Moral y del Derecho.


                                                                                                                                                    


- 10 de Junio, 20:30 horas:

"LA SITUACIÓN DE LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS EN BOSNIA". Después la presentación del libro "Medjugorje".

Foto: Carmen Benavides.
Ponente: Jesús García. Periodista y escritor. Trabaja en el Departamento de Comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada en Madrid.