Coloquio sobre la relación entre la Fe y la Cultura
¿Qué es el diálogo fe-cultura?
La Parroquia se plantea, en coloquio abierto, la cuestión de la relación entre nuestra fe y la cultura que nos rodea y en la que nos sumergimos necesariamente. Lo que perseguimos es ser creyentes como lo somos sin renunciar a los bienes que la cultura actual ofrece y sin dejar de ser críticos. Con la cultura y con la fe.
La fe.
La historia personal de nuestra fe es larga y acendrada. Nos preocupa más bien la fe de nuestros hijos y nietos. Nos alegraría que en este coloquio también estuviese presente algún amigo no creyente preocupado por el tema. Le damos la bienvenida y la palabra en su momento.
Nos parece conveniente comenzar por lo que consideramos la cuestión clave, planteada por el filósofo español Ortega y Gasset, sobre la relación entre ideas y creencias. Se trata, nada menos, de plantearnos cómo las ideas dominantes, la cultura dominante en el momento que vivimos conforman o deforman nuestra fe al tiempo que nos planteamos cómo la fe cristiana influye o no en lo que se llama imaginario social (ideas, cultura, costumbres, modos de vida…).
De ahí deben aparecer espacios de fragilidad y vulnerabilidad y nos obliga a preguntarnos: ¿cómo aparecen, cómo se gestionan, es decir, cómo reaccionamos ante ellos, qué recursos aplicamos, cómo los vivimos, cómo los imaginamos…?
Hemos de comenzar por la televisión y el imaginario social que conforma insensiblemente.
Y seguimos por las llamadas redes sociales y nuestro analfabetismo digital. Una cuestión ciertamente vital a tener en cuenta apunta a la instantaneidad de las redes, medios de comunicación, mensajes comerciales frente a la serenidad y profundidad de la memoria cristiana, su actualidad siempre viva y su perennidad eterna.
Y los avances científico-técnicos (progreso técnico) y su relación con los avances-retrocesos humanísticos (progreso moral).
Plantear la tiranía de la economía en la elaboración de gustos culturales, el consumismo como signo de “modernidad”, la ausencia de la creatividad cultural y lúdica sin la tiranía del dinero.
La cultura como origen (raíces, tradiciones, lenguas, etc.) y la cultura como proyecto (metas conjuntas, proyectos compartidos, ciudadanía y pluralidad).
La ética.
Una nueva realidad llamada “Era de la Información” o también “Sociedad del Conocimiento” está llamando a nuestras puertas. Y ante eso los especialistas nos hablan de la INFOETICA como una nueva ética que regule la avalancha de información y proteja los derechos humanos. No debemos quedarnos en nuestro analfabetismo digital.
Otro reto.
La Parroquia se plantea, en coloquio abierto, la cuestión de la relación entre nuestra fe y la cultura que nos rodea y en la que nos sumergimos necesariamente. Lo que perseguimos es ser creyentes como lo somos sin renunciar a los bienes que la cultura actual ofrece y sin dejar de ser críticos. Con la cultura y con la fe.
La fe.
La historia personal de nuestra fe es larga y acendrada. Nos preocupa más bien la fe de nuestros hijos y nietos. Nos alegraría que en este coloquio también estuviese presente algún amigo no creyente preocupado por el tema. Le damos la bienvenida y la palabra en su momento.
Nos parece conveniente comenzar por lo que consideramos la cuestión clave, planteada por el filósofo español Ortega y Gasset, sobre la relación entre ideas y creencias. Se trata, nada menos, de plantearnos cómo las ideas dominantes, la cultura dominante en el momento que vivimos conforman o deforman nuestra fe al tiempo que nos planteamos cómo la fe cristiana influye o no en lo que se llama imaginario social (ideas, cultura, costumbres, modos de vida…).
De ahí deben aparecer espacios de fragilidad y vulnerabilidad y nos obliga a preguntarnos: ¿cómo aparecen, cómo se gestionan, es decir, cómo reaccionamos ante ellos, qué recursos aplicamos, cómo los vivimos, cómo los imaginamos…?
Hemos de comenzar por la televisión y el imaginario social que conforma insensiblemente.
Y seguimos por las llamadas redes sociales y nuestro analfabetismo digital. Una cuestión ciertamente vital a tener en cuenta apunta a la instantaneidad de las redes, medios de comunicación, mensajes comerciales frente a la serenidad y profundidad de la memoria cristiana, su actualidad siempre viva y su perennidad eterna.
Y los avances científico-técnicos (progreso técnico) y su relación con los avances-retrocesos humanísticos (progreso moral).
Plantear la tiranía de la economía en la elaboración de gustos culturales, el consumismo como signo de “modernidad”, la ausencia de la creatividad cultural y lúdica sin la tiranía del dinero.
La cultura como origen (raíces, tradiciones, lenguas, etc.) y la cultura como proyecto (metas conjuntas, proyectos compartidos, ciudadanía y pluralidad).
La ética.
Una nueva realidad llamada “Era de la Información” o también “Sociedad del Conocimiento” está llamando a nuestras puertas. Y ante eso los especialistas nos hablan de la INFOETICA como una nueva ética que regule la avalancha de información y proteja los derechos humanos. No debemos quedarnos en nuestro analfabetismo digital.
Otro reto.
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